13.4.09

Un mar de fueguitos

De vuelta de Pascua, me sigo sintiendo agradecida a la Vida por todas las experiencias que puedo compartir, lo que me llenan tantas personas y personitas (ay, ésta que pesa apenas 4 kg... sigo babeando), paisajes, guisos, músicas y risas (faltó solamente la partidica de parchís, jeje).
Esta mañana escuchaba en la radio desayunando con Anuka la canción de los Héroes ("todo arde si le aplicas la chispa adecuada...") y por la tarde en el bus, el chico de al lado leía El libro de los abrazos, así que atando momentos recordé este texto de Galeano (aquí lo puedes escuchar de boca del autor) que puse en uno de los primeros blogs, cuando empezaba a malabarear con las cariocas de fuego:

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


Actualización al día siguiente: ¡qué bueno! Hoy en La Contra comentan que el próximo 26 de abril habrá un mar de velitas en Barcelona...

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